Desde niña, cuando vivía en Venezuela, siempre jugaba a ser una mujer de negocios, me visualizaba bien vestida y rica, y decidí que quería ser así desde hace mucho tiempo.

Después de vivir en abundancia por más de 20 años, caí en la ruina, perdí mi casa, mi relación, mis amigas, esto debido a que todo el mundo me dio la espalda en ese momento.

En el 2012 en medio de una crisis bancaria, sentía que me moría de dolor. Entré en una depresión increíble, mi ex pareja me abandonó y me dejó sola con nuestra hija y cientos de miles de euros en deudas.

Tenía vergüenza de que la gente me viera, caí en una mentalidad de escasez y carencia gigantesca, me sentía una fracasada.

Gracias a mi Universo divino, mi coach/mentor Michael y a mi poder de la acción encontré el camino que debía seguir.

Ahora vivo en plena abundancia, tengo total libertad financiera, en poco tiempo conseguí de nuevo dirigir un negocio que factura 6 cifras, puedo ayudar a mi hija y a mi familia, he salido de las deudas, vivo en la casa que deseo y me dedico a lo realmente amo.

Puedo decir que vivo una vida feliz, llena de abundancia y prosperidad al lado de mi hija y mi perra Channel.

Y lo mejor de todo, que todo esto lo consigo mientras me dedico a mi MISIÓN DE VIDA y esa no es otra es ayudar a mujeres como tú a llegar a donde ahora me encuentro, porque como ya te dije, amiga, desde que salí de aquella espiral de mediocridad y escasez, centro todos mis esfuerzos en conseguir a que otras mujeres salgan también de ella y hacer con ello un mundo mejor.

Cuando la vida te trata bien, siempre debes sentir una pequeña deuda con ella y ayudar a otras personas que están pasando por lo mismo que pasaste a llegar a tu mismo nivel, de esa forma conseguirás vivir en un mundo mejor y rodearte de abundancia.