Es algo increíble porque a principio de año todas estamos extremadamente emocionadas y con ganas de trabajar en esas metas/objetivos que nos marcamos años tras años.
Independientemente de que sea adelgazar, comer mejor o subir la facturación de tu negocio como es el caso de mis clientas, todas estamos muy motivadas y llenas de esperanza.
Desafortunadamente, ya para finales de enero y febrero, la mayoría ha perdido la motivación y recaen en sus viejos hábitos.
Se les olvidan sus objetivos, se desmotivan, comienzan a repetirse tipo mantra que no lo van a lograr y se programan mentalmente para no lograrlo y lo peor es que tiran la toalla con todo.
“De perdidos al río”. “Si una cosa falla fallan todas”, piensan y abandonan sus ganas y sus deseos para simplemente mantenerse a flote, a deriva.
Es muy poca la gente la que cumple realmente con sus objetivos metas y sueños.
La mayoría lo quiere todo fácil y rápido: una píldora para adelgazar, jugar la lotería para volverse millonarias, y todo lo que les cueste trabajo no les gusta.
No es que sean vagas, es que a su mente no le gusta nada que le cueste trabajo.
Por eso tienes que estar muy atenta a tu mente, ella es la responsable de que sigas viviendo con lo justo en la escasez, saboteándote constantemente.
Y adivina… ella también es la responsable de que no puedas cumplir tus objetivos