Hábito #1. Levántate temprano.
Benjamin Franklin decía que dormirse temprano y levantarse temprano hace a un hombre sano, rico y sabio.
¿Qué te parece?
Y es que, cuando te levantas temprano tienes más tiempo para planificarte y organizarte el día. Aprovechas mejor el tiempo y acabas antes tus tareas pendientes para poder dedicar tu energía a adelantar trabajo o a otros objetivos que tengas marcados.
Te aseguro que este hábito mejorará tu agenda diaria.
Para crear este hábito lo que debes hacer es:
- Programa tu alarma antes. Aunque solo sea 20 minutos o 1 hora. Con ello puedes ganar hasta 15 días en un año.
- Dedica ese tiempo a hacer tareas que te gusten. Ese tiempo será muy productivo, porque nadie te va a interrumpir.
- Planifica tus tareas la noche antes. Anota todo lo que tienes que hacer al día siguiente antes de acostarte. Así tendrás muy claro en qué te debes enfocar cuando te levantes.
- No te vayas a dormir con el teléfono ni la computadora, pues eso aumentará tu actividad cerebral y dificultará tu descanso.
- Medita. Te recomiendo hacerlo a primera hora de la mañana o por la noche.
Hábito #2: La meditación.
Meditar te aporta grandes beneficios, tanto a tu cuerpo como a tu mente.
Algunas de sus ventajas son que te ayuda a ralentizar el envejecimiento cerebral, te facilita la digestión y refuerza tu sistema inmunitario al alejar el estrés de tu vida.
Hay diferentes formas de meditar. Pero la más sencilla consiste en concentrarte en tu respiración y postura, sentarte erguida, espalda recta, hombros relajados, ojos cerrados y respirar.
Siente que cuando inhalas, entra todo aquello que tú deseas para tu vida, y que cuando exhalas sale todo lo negativo que no te gusta y quieres alejar de ti.
Yo te recomiendo que lo practiques o bien en la mañana temprano, o bien en la noche cuando te vayas a acostar.
Tu mente es como un río. Hay momentos en los que está encauzada y en calma y otros en los que está revuelta y trae piedras y ramas. Es en esos momentos cuando la meditación puede ayudarte, pero para eso necesitas ser constante con este hábito y estar comprometida con su práctica.
Hábito #3: La claridad.
Hay muchas personas que no tienen claro qué es lo que quieren. Y así es muy difícil conseguirlo y que el Universo les pueda ayudar.
Al Universo no le gusta la gente confundida o sin enfoque. Él siempre te da lo que quieres, pero si no estás clara, no podrá hacerlo.
Tener claridad es fijarse unos objetivos que deseas alcanzar e ir a por ellos, sin dudas, distracciones, ni excusas.
Por el camino surgirán obstáculos y habrá personas que no compartan tu misma misión ni visión y quieran influenciarte, pero tú no debes permitir que eso ocurra. No cambies tu opinión a mitad de camino, porque así te aseguro que no conseguirás nada.
Si tú estás clara y quieres que tu negocio crezca, tienes que ir a por ello.
A veces nos falta claridad porque queremos más de una cosa a la vez, incluso varias. Y así es muy complicado conseguir alguna de ellas.
En esos casos, debes decidir cuál es tu prioridad. Es decir pensar qué es lo que realmente quieres lograr y qué acciones debes tomar para ello.
Sé muy específica en esto, porque cuanto más lo seas, más claro tendrás cuáles son los pasos que debes seguir, cuáles son las probabilidades de conseguirlo y así se lo enviarás al Universo. Y sin duda él te lo dará.
Hábito #4: El autocuidado.
Aunque muchas personas no le den importancia, la forma en que vistes te va a acercar o alejar del éxito.
Y es que lo primero que ven tus clientes de ti es tu imagen. Cuando no te conocen, no saben todo lo que haces, qué experiencia tienes, qué conocimientos tienes…
Y si tu imagen no les transmite profesionalidad, seguridad y confianza, probablemente no quieran trabajar contigo.
Igual que no comprarías un producto feo, mal cuidado y cutre, tus potenciales clientes no querrán contratarte si tu imagen es fea, mal cuidada y cutre.
Estamos en la era visual y trabajamos online, por ello tu imagen dice más de ti que cualquier otra cosa.
Y si quieres hacer negocios, debes vestirte para el éxito. Porque eso es lo que vas a irradiar y lo que los demás van a percibir de ti.
Hábito #5: La visualización.
Visualizar consiste en hacerle creer a nuestra mente que estamos viviendo y agradeciendo algo que todavía no ha ocurrido.
Con ello lo que hacemos es condicionar nuestra mente para tener éxito.
El cerebro no distingue entre la realidad y la fantasía. Por eso si le haces creer que eso que tanto deseas ya lo has logrado, se lo creerá y te ayudará a conseguirlo de verdad.
La visualización te ayuda a crear la esperanza de que puedes lograr todo lo que quieras.
Te da fuerzas para que sigas trabajando por tus objetivos.
Te facilita mantenerte enfocada y te ayuda a eliminar las creencias que te frenan y las distracciones.
Y sobre todo te da sentimiento de éxito.
A lo largo de nuestra vida, nos han acondicionado para que creamos que no podemos lograr ciertos objetivos. Pero ahora que lo sabemos es el momento de reacondicionar nuestro cerebro y eliminar todas las falsas creencias con las que hemos crecido.
Eso es visualizar. Y lo puedes conseguir mediante la meditación, la gratitud, utilizando un tablero del éxito…
¿Estás lista para implementar estos hábitos?
Estos son solo los 5 primeros hábitos que te van a ayudar a ser una emprendedora exitosa.
Incorpóralos poco a poco en tu vida y verás cómo al cabo de un tiempo no te supone ningún esfuerzo realizarlos.
Yo los sigo todos y te puedo asegurar que dan resultados.
Aunque si quieres ir un paso más allá con tu negocio, te animo a que solicites una llamada conmigo.
Juntas podremos valorar la situación actual de tu emprendimiento y cómo puedes avanzar para lograr tus objetivos.
Solo necesito que rellenes el cuestionario que encontrarás al hacer clic en el siguiente botón.
Amiga persevera y sé constante. No esperes que todo salga como deseas de un día para otro. Emprender es un proceso y necesitas tiempo. Pero ese tiempo se puede acortar si cuentas con la ayuda de una guía que ya haya pasado por él.
Bendiciones,
Marielys